Mi madre solía decir que el amor nunca se malgasta, aunque no te lo devuelvan en la misma medida que mereces o deseas.
-Déjalo salir a raudales--decía--. Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan; los corazones protegidos acaban convertidos en piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario