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miércoles, 24 de abril de 2013

Nada es fácil

Como dice una gran persona, la cual admiro, en una de sus canciones: "sé que puedo volar...". LLega la etapa dura de cualquier estudiante, la de chaparse montañas y montañas de apuntes para los exámenes de mayo. Que sí, que ya están ahí. Que digo mayo y suena a que queda mucho, pero en un abrir y cerrar de ojos estás metido de lleno en el percal. Estrés, agobio y cansancio, mucho cansancio. Quedas hasta las "narices", sientes que no puedes más...pero al final siempre terminas sacando fuerzas de algún sitio para poder salir adelante, sortear los baches y llegar a aprobar más de lo previsto. Lo tengo jodido, pero lo voy a intentar; huir no es la respuesta. Y ya de paso, recuerdo una frase épica del gran Einstein: "Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un  árbol, vivirá su vida entera creyendo que es un inútil". Nunca te rindas, lucha por lo que quieres, porque se cumplirá.


jueves, 11 de abril de 2013

Los sentimientos enterrados con el contacto vuelven a emerger

Estos días me he dado cuenta de que siempre fuiste mi todo y a la vez mi nada. Que eres quizás ese sueño que nunca jamás llegaré a alcanzar. Que te quiero, que no lo puedo evitar, que por mucho que intente convencerme de que no es así siempre pierdo la partida. Que nunca serás mio y que yo nunca seré tuya a pesar de que somos iguales, almas gemelas y de que estamos hechos el uno para el otro, para permanecer juntos para siempre, pero que en cambio no estaremos ni en sueños. Que por mucho que discutamos, nos odiemos, nos llamemos de todo, pasemos tiempo sin hablarnos...siempre volvemos al principio, a los momentos en los que nos dejamos llevar y dejamos fluir nuestro fuerte deseo de que nuestros cuerpos sean uno. Y es que no lo puedo evitar, eres el hombre que más quise en mi vida y saber que nunca serás mio me hace estar muerta en vida. Que siempre que pienso que te he olvidado, apareces en el último momento para hacerme emerger los sentimientos que creía que tenía enterrados hacia a ti. Y lo peor es que tu nunca sabrás que esto es así, de que te quiero, de que por ti haría todo lo posible y lo imposible, porque nunca me atreví a decírtelo, porque nunca me atreveré a contártelo, por muchas copas o sidra que lleve encima, por mucho alcohol que lleve en vena. Que la fatalidad es que sé que no soy correspondida por ti, que nunca lo seré, que nunca lo fui, y eso me parte el alma.
Y es una condena, una condena que empezó cuando nos conocimos por casualidad en aquella fiesta y que seguirá cayendo sobre mi hasta que sea tuya o yo encuentre al hombre de mi vida en el caso de que no seas tu.  De momento tendré que sobrellevar esta "pequeña" condena de que mi corazón te ame con toda su fuerza y mi cuerpo te desee con toda mi alma: hoy, mañana y siempre.



miércoles, 3 de abril de 2013

El dolor del amor no correspondido

"El amor imposible es como una gran garra que aprieta el corazón: lo aprieta y no te deja respirar, lo estruja y te nubla la mente, pero esa presión que ejerce en tu corazón no te provoca la muerte, pues sería una liberación; tan sólo te prolonga la angustia hasta que pronto en los débiles y no mucho más tarde en los fuertes, te hace enloquecer..."